Aún podemos evocar aquellas épocas cuando empezamos a escuchar un ritmo acompasado, lento, al estilo balada pero en ritmo folclórico, acompañado por quenas, zampoñas, charango y demás instrumentos andinos. Era una novedad para nuestros oídos acostumbrados a los huayños, caporales, morenadas y demás. El ‘nuevo’ estilo musical sonaba muy bonito cual si fuera una balada andina. Supimos que el novedoso ritmo en cuestión se denominaba Chuntunqui o Chuntuqui pero no sabíamos en honor a qué el apelativo.
Con el tiempo descubrimos que el chuntunqui original es una danza chuquisaqueña que se origina en Villa Serrano. Es básicamente un villancico navideño muy alegre y festivo, popular por su baile, zapateo y final voltereta, todo esto acompañado por la devoción de bailarlo frente al pesebre. Al parecer, el origen del ritmo se remonta a la época en que los jesuitas y franciscanos vinieron a estas tierras y trajeron las danzas europeas navideñas de aquellos tiempos.
¿Pero qué relación hay entre el chuntunqui romántico con el chuntunqui navideño? Ulises Hermosa, desaparecido integrante del grupo los K’jarkas fue quien, inspirado en el chuntunqui chuquisaqueño, modificó el tiempo y la percusión de este para darle un estilo más lento y romántico.
Aunque los primeros chuntunquis de este grupo fueron instrumentales, Gonzalo Hermosa puso letra a uno de los primeros chuntunquis cantados: ‘Pequeño Amor’. A partir de ahí todos los temas en dicho ritmo contenían mensaje romántico, que hablan del amor, el desamor, el engaño, la ilusión y todo lo relacionado con el quehacer del corazón.
El nuevo chuntunqui fue todo un boom entre fines de los años setentas e inicios de los ochentas, pues se fueron dando uno tras otro, de modo que muchos de los temas más sonados de K’jarkas están en este ritmo. Luego fue cuestión de tiempo para que otros grupos folclóricos tomaran el ritmo y lo hicieran tan popular y gustado como es hoy no sólo en Bolivia sino en toda Latinoamérica y el mundo.
¿Quién no atesora en su mente o en su corazón un tema en ritmo de chuntunqui que le hace recordar el primer amor, la primera ilusión, una decepción, una separación o cualquier otro momento especial en su vida? Es un ritmo que ha calado hondo y hoy por hoy forma parte y esencia del folclore boliviano o de lo que algunos llaman en ‘neo-folclore boliviano’. Temas como ‘Siempre he de adorarte’, ‘El árbol de mi destino de Kjarkas’. ‘Secreto amor’, ‘Cómo duele el corazón’, ‘Aquella noche’ de Proyección y muchos más, son temas que ya forman parte del repertorio nacional por demás conocido.
Es probable que a ningún grupo folclórico boliviano actual le falte en su repertorio un temita en ritmo de Chuntunqui, ese que no es navideño sino del corazón.
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