Llajta es un término quechua-aymara que data de la época incaica. En realidad, el término original es Llacta, muy cercano a cómo se pronunciaba en esos tiempos. Sucede que Llajta es el vocablo suavizado y más fácil de pronunciar por la hispanidad de aquellos días y fue por eso quedó con ese nombre. Pero ¿Qué significa?
Llacta siginificaba ‘huaca local’, es decir, eran poblados o comunidades de aquel entonces. Según la cosmovisión incaica, las huacas estaban protegidas y quedaban bajo el dominio e influencia de determinadas divinidades: llactahuacas. Así se tiene que los nombres antiguos de los poblados corresponden a la huaca principal, e indicaban a la comunidad que protegían. Cada comunidad protegida por los llactahuacas era un llactayoc (‘los que poseen la llacta’).
Haciendo eco del estudio del filólogo australiano Gerald Taylor, experto en quechua, «Llacta» significaría para Cochabamba, en el contexto fundacional de Huayna Cápac, algo así como «el santuario de los dioses locales que gobiernan sobre esta tierra, incluidos los ayllus devotos que los adoran».
Cochabamba perennizó dicho apelativo al tratarse de la comunidad o huaca más importante de la región en el plan de expansión incaico. Poco antes de la conquista española, aquí se aglutinaban las tropas cuzqueñas, se almacenaban alimentos y se celebraban fiestas agricolas donde se rendía culto a las deidades de la fertilidad andina, de manera que este era el lugar predilecto, el escenario, el área de acción, el santuario de los dioses locales. Esta llajta central, o LA LLAJTA según dicha cosmovisión, es desde aquellos tiempos el lugar donde conviven las diferentes divinidades, donde el poder del cielo y de la tierra unen sus naturalezas para dar fruto a las bondades de esta tierra valluna.
Existe además el gentilicio Llajtamasis para referirse a los pobladores de esta ciudad, llamados también ‘cochabambinos’ o ‘cochalas’.
zulema ticona maidana
Que bello documental, sigan por favor publicando de esta manera