Como consecuencia de la Guerra del Chaco, Bolivia perdió hombres, territorio, riqueza y estabilidad monetaria. Este sabor a derrota, sin embargo, de a poco fue convirtiéndose en un impulso que sacudió y dio nuevos bríos a los cochabambinos.
Desde la fundación de Cochabamba, los años 1938 a 1952 constituyeron una corta edad de oro en la que despertó la adormecida ciudad y echó a caminar con pasos más largos hacia el progreso.
Las obras de pavimentación de la ciudad comenzaron en 1938. Dos años después, en 1940, la ciudad ya tenía otro aspecto con el arreglo de las primeras 100 cuadras.
El circulante aumentó -en 1939 la inflación era del 39 por ciento- y tonificó la economía local, de manera que los cochabambinos arreglaron y modernizaron sus viviendas, reemplazando los pisos de ladrillo y yeso con madera, cemento y mosaico. Alrededor de 1945, la construcción de inmuebles se intensificó, alcanzando un promedio anual de 345 casas por año.
Los viejos parques polvorientos aparecen de pronto decorados y mejor cuidados.
Por otro lado, el Municipio, la Universidad, la Prefectura, el Ejército y la Iglesia ejecutan obras importantes con apoyo del Gobierno central.
Entre estas obras se encontraban la carretera a Santa Cruz, que cumplia cierta función económica facilitando la explotación de madera y productos agrícolas
Comercio
La actividad del comercio adquirió un carácter más organizado y una apariencia más atractiva para captar el interés de los potenciales compradores. A este hecho coadyuvó la llegada a partir de 1939 de migrantes judíos y, por otro lado, el establecimiento en Cochabamba de sucursales de varias casas importadoras de La Paz.
Según el historiador Augusto Guzmán, entonces existían en la ciudad más de 1.600 casas comerciales. En materia de industria, habían industrias textiles, metalúrgicas, carpinterías, curtiembres, molineras, cerveceras y otras. Asimismo, existían alrededor de 300 establecimientos fabriles.
Cabe apuntar que este período -Gobierno de Gualberto Villarroel- fue favorable para la reorganización obrera y popular.
En 1944, los trabajadores de Manaco, una de las industrias más importantes del departamento, fundaron su sindicato, mientras que los sastres, ferroviarios y los gráficos se reorganizaron.
Hay que mencionar también, que en la época funcionaban con regularidad las radioemisoras Popular, Rural, Cochabamba y Radio Nacional LAB; se editaban los periódicos El País y Los Tiempos, éste último fundado en 1943 por Demetrio Canelas.
Agricultura
A partir de 1940, el Gobierno central tomó medidas para incrementar la producción nacional y reducir la dependencia del grano y la harina importados. En 1945 -según apunta el historiador Gustavo Rodríguez- el 83 por ciento de la harina producida por la
Compañia Molinera Boliviana era de procedencia cochabambina.
El maíz era “la gallina de los huevos de oro”. Alrededor de un 80 por ciento del maíz tenía como destino los cántaros de chicha. Dato interesante es que nada menos que 24 millones de litros de chicha se produjeron (y se consumieron) como promedio anual entre 1946 y 1950.
Los crecientes impuestos que generaba la producción de chicha financiaron gran cantidad de obras urbanas. Cochabamba debía su progreso en gran medida a la producción chichera.
El distrito más poblado
El censo de población de 1950 asignaba a la ciudad 80.000 habitantes y al departamento 493.431 habitantes, con una densidad de 9 hab./Km2, siendo el distrito más poblado del país. En 1947, el departamento ocupaba el primer lugar del país en la producción de maíz, trigo y papas.
La ciudad se hace grande
En 1939, Cercado tenía como parte de su jurisdicción las zonas de Chimba, Hipódromo, Sarco, Mayorazgo, Cala Cala, Queru Quero, Tupuraya, Muyurina, Las Cuadras, Alalay, Jaywayku y La Maica. El perímetro de la ciudad era de por lo menos 5.000 hectáreas.