A lo largo de todo el siglo XVIII, la dinastía de los Borbones orientó sus esfuerzos a recuperar el poderío comercial y militar de su país, aumentar los ingresos de la Corona, organizar y reforzar las defensas de todas las posesiones españolas. En este contexto, los Borbones centraron su atención en América como fuente de recursos para emprender una activa política exterior en Europa.
En este marco, se reorganizó la administración colonial y Charcas pasó a depender del Virreinato del Río de La Plata, cuya capital era Buenos Aires. Se crearon también nuevas instituciones, como las intendencias, que se orientaron a mejorar la explotación de las riquezas coloniales y la recaudación tributaria.
Cochabamba fue designada capital de la provincia de Santa Cruz de la Sierra, cuya jurisdicción comprendía Cochabamba y Santa Cruz, bajo la administración de un gobernador intendente.
Cochabamaba se alza en armas
Primero habían sido Chuquisaca y La Paz, después Cochabamba. El 14 de septiembre de 1810, Cochabamba se alzó en armas contra el yugo español, adhiriéndose así al proceso libertario que un año antes habían iniciado las mencionadas ciudades. Este levantamiento fue el punto de partida de una larga lucha por la emancipación, que tendría episodios importantes, así como muchos protagonistas.
Singular importancia tuvieron Francisco del Rivero, Esteban Arze y Melchor Guzmán Quitón, ya que fueron la punta de lanza de la lucha independentista, que hiciera de Cochabamba, a decir de los historiadores, patria de los héroes del Alto Perú; a la gesta valluna le siguió la de todos los pueblos de Alto Perú.
En Buenos Aires, la Gaceta en su editorial del 20 de noviembre había dicho: “El Alto Perú será libre porque Cochabamba lo quiere”.
El 14 de septiembre de 1810, alrededor de 1.000 hombres capitaneados por Del Rivero y Arze tomaron el cuartel de Cochabamba y derribaron el gobierno de José Gonzales Prada. Los acontecimientos fueron favorables para los insurgentes, pues los colonizadores huyeron, mientras que algunos fueron apresados. La revolución era un hecho.
Pronto se reunió el Cabildo Abierto que nombró como nuevo Gobernador a Francisco de Rivero y a Esteban Arze como jefe de las fuerzas independentistas. Con esto se conformó la Junta de Guerra, la cual decretó que la lucha se daría en todos los límites de la Audiencia de Charcas.
Y así fue. La victoriosa batalla de Aroma, los cruentos enfrentamientos de Guaqui, Hamiraya y San Sebastián; éxitos y fracasos, episodios fulgurantes y otros dramáticos. Así fueron los 15 años de luchas emancipadoras que le costaron a Cochabamba la sangre y el dolor de su gente.
Finalmente, el 6 de agosto de 1825 se proclamó la independencia de lo que primero sería Bolívar y después la República de Bolivia. En la nueva nación estaban incluidas las provincias del Río de La Plata: La Paz, Potosí, Santa Cruz y Cochabamba, las mismas que por Decreto Supremo del 23 de enero de 1826 se transformaron en departamentos.
Así, la mencionada fecha es reconocida como el nacimiento de Cochabamba como departamento.
Cochabamba, la capital
Simón Bolívar dispuso en 1825 que la capital de la nueva República sería denominada Sucre, sin embargo, no señaló dónde se encontraría esta capital, lo cual generó un año después acalorados debates en el Congreso. En vista de que no hubo consenso, los congresistas optaron por someter a criterio del Libertador la elección del lugar en el que se construiría la ciudad de Sucre. Como respuesta, el Libertador Bolívar señaló que la capital sería la ciudad de Cochabamba.
El Libertador encontró en esta tierra valluna ciertos atributos que la convertían en un espacio ideal para asumir la capitalidad de la nación recientemente libertada. “A las veces la felicidad de la nación emana de las relaciones de su capital con los vecinos y con sus propias provincias. La cercanía al mar unida a la proporción de las distancias entre los extremos, a más de los medios de subsistencia y comodidades, son las primeras miras que se deben consultar en semejante caso”, decía la nota fechada el 4 de agosto de 1826.
El Mariscal Antonio José de Sucre, presidente de la República en aquel entonces, manifestó su acuerdo con el Libertador, que había puesto los ojos en Cochabamba como capital del país. Así, emprendió la construcción de los edificios para el cuerpo legislativo en dicha ciudad.
Sucre tenía particular interés en concluir las obras, pues tenía previsto reunir en 1828 el primer congreso constitucional en la capital de la República.
En 1839, sin embargo, los hechos dieron un giro. La Paz y Chuquisaca se disputaban la capitalidad de la República; por sus antecedentes históricos de ilustre ciudad de Charcas, fue escogida la segunda. Así, la capital Sucre fue establecida en dicho departamento.
No obstante de este hecho, hasta fines del siglo XIX el Ejecutivo y el Congreso se establecieron alternativamente en Chuquisaca y La Paz, y ocasionalmente en Oruro y Cochabamba. La denominada Revolución Federal, en 1899, daría un nuevo giro a los hechos.
Libertadores
Simón Bolívar
Es considerado “Padre de la Patria”. Fue fundador de la República, autor de la primera Constitución Política del Estado y fue nombrado presidente vitalicio de la República —que en principio se llamó Bolívar, en homenaje a él—, sin embargo, agradeció el honor y declinó aceptar el cargo. Simón Bolívar nació en Caracas (Venezuela) en 1783 y murió en Santa Marta (Venezuela) en 1830. Es libertador de cinco repúblicas: Colombia, Perú, Ecuador, Venezuela y Bolivia.
Antonio José de Sucre
Luchó por la independencia del Alto Perú junto a Simón Bolívar. Fue Presidente de Bolivia entre 1826 y 1828. Creó varios ministerios y seis departamentos de Bolivia. Estableció las bases legales de la nueva nación y trabajó por su reactivación económica. Fue designado por Bolívar “Mariscal de Ayacucho” y es considerado también, junto a aquel, “Padre de la Patria”. Nació en Cumaná (Venezuela) en 1795. Murió en Berruecos (Colombia) en 1830.